A VECES EN LA NOCHE A veces en la noche me asalta la vigilia desconsiderada y fría. Al principio me aturde, me llena de estupor, confunde mis ideas con mi melancolía. Y entonces tú vienes, sobrevuelas mi cama, tus ojos me contemplan, tus manos me alcanzan, tu voz en mi cabeza me consuela, me guía. me llevas a tu casa, te veo en tu sofá, me siento a tus pies, me acojo a tu regazo, te entrego mi abrazo, te muestro mi pena. No puedo asimilar haberte dicho adiós. Tu falta y tu vacío llenan mi corazón. Mi aliento se suspende y mis lágrimas brotan mojando mi almohada y me lleno de dolor. Y no quiero dormirme no quiero olvidarte, no quiero perderte, que tu ausencia se ajuste a mi ritmo de vida, que sólo estés conmigo cuando mi sueño huye y mi vida se aquieta… Y entonces me consuelas, y me dices, serena que estarás a mi lado cuando siga viviendo, alentando mis días, insuflándome fuerzas, recordando tu esencia y manteniendo pura la paz de mi conciencia.


