Renovar el sistema judicial, actualizar la justicia.

La situación política de España presenta muchos aspectos negativos que no son nuevos. La situación política mundial acusa también este mismo defecto. Es verdad, lector del futuro, que tú mismo estarás leyendo estas líneas porque yo te las dedico en un afán de trasladar mi presente al tuyo, de trascender desde mis días a los tuyos, convencida de que no se puede  actualizar aquello que no tiene pasado, y de que mis aportaciones al futuro han de ser descriptivas de lo que sucedía en mi presente. De modo que la aparente contradicción en la que caigo al revelarte que en mi sociedad, en mi mundo, se reflejan los errores del pasado, para advertirte, se resuelve si me permites que en este momento aproveche para dirigirme a mis contemporáneos. Es a ellos a quienes corresponde ahora conocer la historia para limpiar las limaduras de las armas con las que nuestro pasado todavía nos duele, nos hiere. Hemos de reparar todavía muchos desmanes que desde la historia nos atenazan y nos inmovilizan.

Fuentes de información fiables

En este momento te quiero señalar también que, en descargo de mis tiempos, que hay entre nosotros muchos seres humanos conscientes de ese peso de la historia, y te quiero remitir aquí a una prueba de ello. No será la única vez que te adjunte archivos que podrás encontrar, tal vez, navegando en las vías remotas que encontrarás como arqueólogo digital, y con los documentos que yo te puedo dejar allí, si permanecen, podrás comprender mejor el estado de cosas en mi presente. En esta ocasión te pasaré una comunicación que recibo por mail todas las semanas, en la que el director de un periódico digital me envía sus reflexiones sobre los sucesos que él considera relevantes, con su criterio periodístico y humano, con sus opiniones. Se trata de lo que aquí puedes leer: una descripción de la situación formal de nuestro sistema judicial. Tal vez en tu presente, mi futuro, hayáis conseguido una sociedad en la que no se producen desigualdades, desequilibrios o conflictos entre personas potencialmente iguales en derechos, libertades, opciones vitales y capacidades de integración social. Esa igualdad, creemos ahora, debería conllevar un sistema social que regulara la recuperación de los desequilibrios cuando se producen con intención y ejecución de un elemento con voluntad de hacerlo. Si se dan circunstancias de fuerza mayor, de origen natural o fortuito, la regulación es otra.

Esperanzas de mejora

Con el documento periodístico que te aporto verás que hay un motivo para la esperanza. La noticia es alentadora, pero no tanto como nos gustaría a quienes atendemos esta fuente de información, porque el sistema de organización política en el que vivimos está todavía débil. Es posible que la intención de los gobernantes que proponen este paso adelante no logren su propósito. Hay mucha resistencia social afirmando que lo único que conviene es apartar del poder a estas personas y poner a otras que gobiernen con otra orientación. Los ciudadanos no suelen leer ni conocer su historia, y así sucede lo que está pasando. No saben deducir el futuro porque no conocen el pasado. Ojalá tú vivas en un mundo más informado en la realidad. Que seas feliz.

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