Desde que me jubilé no he dejado de ser pedagoga. Por eso he ofrecido mi experiencia y conocimiento del mundo educativo y escolar a una Asociación que lucha contra el Acoso Escolar o Bullying en mi ciudad, provincia y Comunidad Autónoma.
Se trata de AMACAE (Asociación Madrileña Contra el Acoso Escolar) formada por padres, madres y jóvenes que en su mayoría han conocido el bullying personalmente o en sus familiares cercanos.
Mi contribución es el voluntariado para la prevención, dando charlas formativas a alumnos, profesores y padres, en cuantos eventos y oportunidades están a mi alcance.
Con esta actividad y el análisis de la realidad del problema, he elaborado un material específico para aplicar en los centros escolares a los alumnos (un cuestionario) con el que los numerosos testigos que habitualmente callan lo que saben, perdiéndose así una valiosa información para prevenir y actuar rápidamente contra el bullying, pueden informar de lo que sucede en cada aula, en cada clase, sin temor a comprometer su seguridad frente a los acosadores, o pensar que su declaración los convierte en "chivatos". En esta línea, y en relación con otras actividades que desarrolla AMACAE, creo conveniente divulgar con trasparencia lo que buscamos al luchar contra el bullying.
Pretendemos lograr un clima escolar armónico, inclusivo, diverso, en el que los hábitos y formas de relación social democráticos, respetuosos, tolerantes y empáticos no dependan solo del clima social externo a los centros escolares, sino que desde allí irradien una generación nueva que alivie las tensiones sociales, que aporte salud mental y tolerancia, que conozca y aprecie la calidad de las relaciones humanas vividas con amor y empatía. Ese es para Amacae y para mí el objetivo final, hasta que deje de ser necesaria nuestra actividad y nuestra lucha.
En el problema creciente del acoso escolar o Bullying, todos los expertos coinciden en apreciar una misma circunstancia: la mayoría silenciosa de los testigos que conocen la realidad de los procesos de bullying no contribuye todo lo que podría a solucionar el problema, y ello constituye en sí mismo una parte importante del problema.
Porque en el bullying, por definición, son necesarios los tres roles: Víctima, Acosador y Testigos (a veces Cómplices), a diferencia de otros procesos de relaciones conflictivas entre iguales, en los que solo se precisan dos contrincantes que presentan sus argumentos o falta de ellos en igualdad o semejanza de fuerzas y determinación de victoria.
En el bullying, la víctima no puede nunca enfrentarse con éxito por sí sola a su acosador, porque este parte de una situación aventajada. Y precisamente la ventaja principal es la pasividad o indiferencia (o el aplauso y estímulo) con que asisten al conflicto los testigos. Pero si los testigos cambian su actitud, y dejan de prestarse a su rol de "público asistente", si el acosador carece de espectadores, su conducta se extingue por sí sola.
Cabe pensar que el silencio de algunos de estos testigos está relacionado con su interés por mantenerse seguros ante el riesgo de pasar a convertirse en víctimas, pero también hay abundantes testigos que, simplemente, no se sienten interpelados como actores principales en el problema que presencian.
Así pues, mi contribución con el test ABBA (AntiBullyingBasadoenelAnonimato) es ofrecer una herramienta que permite obtener la información que todo un grupo/aula conoce acerca de los procesos de bullying que se desarrollan entre sus compañeros, y hacerlo preservando su anonimato.
Si es posible decir a los padres de un acosador que TODOS los compañeros de su hijo han declarado lo mismo, aun sin confesar sus identidades y sin ponerse de acuerdo, hasta 3 veces en que han sido interrogados, si es posible que el acosador sepa que TODA su clase le ha señalado, de forma que su represalia ante los que le acusan se vuelve difícil, si es posible que los posibles cómplices se vean también señalados, la experiencia será la misma que la de quien sabe que ha sido grabado por una cámara cuando estaba cometiendo la falta o el delito.
El abordaje del trato que merecen unos y otros en orden a modificar sus conductas y reintegrarse con éxito en una dinámica positiva de relaciones personales, es materia de otra reflexión, pero sin duda la identificación e intervención temprana es parte esencial de esa modificación de las conductas.
Es evidente que la aplicación del test ABBA ha de complementarse con otras medidas que generen el adecuado clima de aula para que el acoso no tenga la base necesaria en la que arraigar. Esas medidas son también capítulo aparte, y se pueden tratar en otras aportaciones. Por ahora dejaré aquí un enlace al documento base del Test ABBA. Espero que mis lectores puedan apreciarlo.
Esta página es una opción de respuesta online para aquellos alumnos que ya conocen las características y condiciones de uso del test ABBA. No debe ser utilizada si antes no se ha recibido la visita de formación de los voluntarios de AMACAE. En todo caso, Carmen Salván Martín y AMACAE no se hacen responsables de los resultados obtenidos por alguien que incumpla esta advertencia.


